Antiguamente, los niños con SD se institucionalizaban o no recibían el trato adecuado en sus casas. Hoy en día, con los avances en el tratamiento de las enfermedades y la estimulación precoz, ha aumentado la expectativa de vida y mayores logros en su cognición. Podemos encontrarnos con niños con tono muscular bajo (hipotonía), retraso mental, trastornos del lenguaje.
Son importantes las variables ambientales (nutrición, afecto y cuidado), ya que se ven afectadas. Con estimulación temprana en las primeras etapas, se obtendrán mejores resultados cerebrales, teniendo la oportunidad de recibir estímulos neurosensoriales para potenciar el desarrollo del cerebro.
Se recomienda a los padres de niños con SD, asistir a diferentes profesionales (educadores, terapeutas ocupacionales, psicólogos...) para iniciar un aprendizaje precoz, desde pequeños. Los padres se encargarán de inculcar al niño hábitos de autonomía personal (vestirse, reglas de convivencia...), teniendo en cuenta que hay que evitar sobreproteger.
También ha influido en el niño con SD la integración en la sociedad, basándonos en la incorporación de éstos en colegios ordinarios. Los niños aprenden pautas de conducta por imitación de sus iguales, con atención individualizada siguiendo sus ritmos y necesidades.
Es muy importante realizar una estimulación temprana con niños con SD, trabajando área motora y cognitiva con diferentes ejercicios. Aquí os dejamos un vídeo como ejemplo:
Los beneficios previenen y evitan deficiencias más severas. Se debe estimular también el lenguaje, trabajando la atención y capacidad de escucha, para obtener una mejor comprensión. Los padres deben ser activos en la intervención y realizar ejercicios en casa con sus hijos, para poder generalizar lo aprendido. Un ejemplo de ejercicio de una sesión, podría ser:
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